Tonina Crespí, ha estado trabajando con el registro de paisajes sonoros como los sonidos de los cedazos y los ha incorporado en una partitura profesional dedicada a las Marjaleres con la Banda de Música de sa Pobla (Mallorca). También registra los sonidos vitales de la producción agrícola, algunos ya desaparecidos y otros que fueron los que más se escucharon durante el estado de alarma. También se escuchan los sonidos de varios alimentos, como el del arroz, entre entrevistas con testimonios como este: “el arroz canta de una forma diferente cuando está seco”.

La investigación incluye varios testimonios de mujeres que relatan cómo se vivía en la zona rural, en concreto de sa Pobla y el territorio de s’ Albufera, que también eran tierras de sa Pobla (Mallorca). En estas tierras de la Albufera se cosechaba arroz y antiguos cultivos, como el cáñamo y el lino.